Pasan las horas caminando junto al mar recordando si anoche fue real o un sueño.
Tus brazos tibios rodearon el cuerpo cuando llegaba a pedir no te marcharas.
Sentí dejar de ser yo para ser los dos.
No tenia miedo, decides no partir, tus ojos iluminan el rostro que teme compartir.
Las caricias eran tan reales, tu piel tan suave, dejaba de ser yo para ser los dos.
Pasan las horas caminando frente al mar.
No quiero partas ya, pero duele dejar ser yo para ser los dos.
El sueño pareció tan real, una calma a tu lado como es en verdad.
Pero no puedo dejar de ser yo para ser los dos.
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