No se concilia el sueño si no plasmo en la hoja el pensar, el recuerdo.
Se desvela la mente al sentir su piel, el silencio corre al ritmo de su respiración.
Logro ver su rostro sonriendo con tranquilidad, me siento en la cama y su mirada se desvaneció.
Era tan solo un recuerdo deseando verte no partir.
Comienza la razón a contradecir los sentimientos, no puedo dejar de ser yo.
El corazón late con prisa gritando que valla por ti, te abrace y no te deje partir.
La razón toma fuerzas y no deja actuar el sentimiento, no te puedo retener, no se como es vivir con alguien más, no se dejar de ser yo para ser los dos.
Nada hace cambiar el amor, pero nada hace cambiar quien soy.
La mente nuevamente vence sobre los sentimientos y te dejo partir sabiendo no quieras ya saber nuevamente de mi, tengo que aprender amarte en soledad.
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